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miércoles, 9 de octubre de 2019

En La Vigilia de mis Bodas de Oro con el Canto y La Guitarra
























Uno trata de hacer aportes a la canción. Y en realidad; no puedo vivir sin el canto. En vísperas de cumplir 50 (cincuenta) años con la Música y el Canto, pudiera hacer un repaso sobre mi trayectoria en esta carrera. Desde un 6 de Enero de 1964 cuando tuve una pequeña guitarra en mis manos, y la cual fue mi primera ilusión musical, mi primer contacto con las cuerdas de aquél regalo de mis Padres. Se abrió ese horizonte y me marcó para siempre. Y lo sé porque encontré aquella “Cartita a los Reyes Magos” que guardaba Mamá en un cajón, en la cual Yo, de escasos ocho años, les pedía una mandolina. Y los Reyes se equivocaron; (afortunadamente) me trajeron una guitarra. Mi primera Guitarra. Desde hacía aproximadamente dos años antes ya cantaba yo, parado en el muro de un buzón frente a la puerta de mi casa y los vecinos se paraban a escucharme, no sé si con asombro, ó lástima.  Después vino la buena guitarra criolla, las clases de Música y desde entonces no he parado nunca. Luego, en la Primaria me convocarían a cantar en los actos escolares. Toda la Secundaria y hasta en la Universidad. Toqué bombo, quena, charango y últimamente estoy incursionando en el teclado. He trabajado en la radio como Productor y Conductor.
Y debo reconocer que tuve la suerte de despertar a aquél movimiento llamado: “la nueva canción” que nació en 1963 en Mendoza-Argentina, que sostiene que: “La canción puede ser un instrumento de opresión, mediatización y desarraigo de la personalidad social y nacional, o un vehículo revolucionario contra toda sumisión, alienación y vaciamiento cultural no solo de los hombres y mujeres, sino de los pueblos, aún aquellos de milenaria tradición”. (Manifiesto del "Nuevo Cancionero"), por eso aprendí a escuchar a Don Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Hamlet Lima Quintana, Armando Tejada Gómez, Tito Francia, César Isella, Eduardo Falú y tantos otros, que se sumaron a ese mensaje, como Don Horacio Guarany (a los 16 años pisé de telonero, en el mismo escenario que él
actuaría para cerrar esa noche en el Parque Lomas) Antes, sin darme cuenta, en el Festival de Tango y Folklore de Llavallol, había cantado en el mismo escenario en el cual esa tarde cerraría Don José Larralde. Por eso es que estoy aquí, y soy así. El Movimiento de Alí Primera en Venezuela, llegaría mucho después en mi vida, me impactó y vine a conocerlo en 1985, justo en Febrero, cuando ya lo perdimos. 
Junto al Chango Nieto (centro), Rubén, Catriel
Los primeros temas que compuse fueron en la década del Setenta. Pero ¿he vivido de la música?. Pues no. Sé, por haber compartido con algunos grandes artistas, talentosísimos músicos que ya no están, que ellos, aún con tanta calidad interpretativa y conocimientos, se han perdido prácticamente en el anonimato, y han pasado sin pena ni gloria a la eternidad. Desde entonces desconfío de una justa selección, de la tal “fama”, del destino, de la suerte. Solo los iguales hemos reconocido a algunos grandes, pues nos cabe el poder de la buena selección. Como melómano califico bajo mis gustos y preferencias, pero intentando una postura neutral y universal. Sé respetar la jerarquía y la experiencia. También he visto encumbrar a tanto producto del “show business”, sin nada que ofrecer realmente, que es peor el arrebato de injusticia.   
Junto al gran VICTOR VELÁZQUEZ, El "Panza verde"

Si bien he colaborado con actividades públicas, ni el Estado, ni el Sistema Nacional de Culturas Populares, jamás me ha reconocido directamente.         Es de reconocer el esfuerzo del gobierno del Presidente Nicolas Maduro para otorgar miles de Pensiones.                                    Actué en muchas instituciones en Argentina, hasta en un Festival de Aerolíneas Argentinas
En Argentina trabajé por más de veinte años (la mayoría para el Estado), no he recibido nada. Ni un saludo por cumpleaños, ni brindis, ni una nota de fin de Año.                                      Por otro lado, muy pocos “Representantes” me han dado frutos económicos realmente rentables, solo algún verdadero amigo que ha compartido su ingreso porque me invitó a participar y solidariamente repartió su paga. Con él estaré Eternamente agradecido. Luego; iniciativas individuales que me han remunerado porque me lo he                              sabido ganar, cantando en actividades privadas. Por otra parte, canto como colaboración   por una causa justa, Ad honorem, cuando y donde se me da la gana y sin compromisos.
He dado clases de guitarra y elaborado Cursos. He cantado en muchos escenarios de diferentes países inclusive; las de mayor relevancia en Venezuela y Argentina por supuesto, pero también pequeñas participaciones en  Bolivia, Ecuador, Colombia, Cuba, México, España. Siempre como extra-Programa y sin contrato previo. Estuve cantando como número en algunas Peñas de Buenos Aires durante varios años, también como militante del PI. Integré el mítico “Folk A 6”, en la Secundaria, con el cual ganamos varios Premios, y luego continué como solista obteniendo otros galardones. A Dúo con Ramón Aguilar, extraordinario guitarrista, con Susana Pizzi, etc. 
Entre algunos buenos colegas de Argentina concebíamos una solidaridad automática hacia otro músico, es decir nos apoyábamos para mantenernos en alguna cartelera, en alguna actividad, en la ayuda mutua.
El venezolano es muy competitivo, por eso son tan buenos deportistas, y está bien que así sea (no solo Maracucho, creo que; “venezolano pendejo, 
muere chiquito”), es parte de la “viveza criolla”. Pero eso también 
se traduce en falta de solidaridad en la profesión. Cuando hay un beneficio, 
un emolumento, ó algo que puede beneficiar, el dato se capitaliza y van 
solo “los más aptos”, y –como Yo soy del montón-, bien del montón, de allá 
abajo, nunca alcanzo ni las migajas. Llegué tarde a Venezuela (en 1985), 
y tarde al reparto, cuando ya se había acabado el pastel, y no quedaban 
ni las sobras. Y cuando estuvo bueno, ya era viejo –por lo tanto-, tampoco…..
Ya no me provoca competir en ningún Concurso. He comprobado en carne 
propia, que en la mayoría de estas “justas lides”, se conoce al ganador 
antes de iniciar el certamen. Esto indica que se efectúa la supuesta competencia, 
como un requisito para dar el Premio “entre tantos participantes”, al consabido 
triunfador –que ya estaba cocinado de antemano-. Para eso ya estoy curado de 
espanto. Y no es porque no sea yo “el elegido”. He obtenido Premios, Diplomas, 
Trofeos en varias oportunidades hace años. He notado que actualmente, en 
los últimos veinte años, cada vez hay menos transparencia. Están amañados. 
No sé cuando grabaré el primer Disco, porque tengo poca paciencia para los 
estudios, y si para esa época aún exista ese sistema ó se escuche la música 
de otra forma. Quizá sea congénito; Mamá sacó su primer libro en una Editorial 
reconocida, recién a sus 98 años.
Golpeando puertas y ventanas, me ha pasado media vida. Tal vez sea tiempo 
y de dar paso a otros más jóvenes, que vienen con más ímpetu, con las ansias 
que tuve alguna vez. Aunque  se ve que tienen tanta fuerza, que ni necesitan 
que yo me aparte, su inercia arrasa, como dijo Chávez; son otra generación. 
“Yo también tuve mi primer aurora, mis delirios de amor y de esperanza”…, 
No obstante, digo que no me entregaré nunca, no me vendo, ni me alquilo. 
Seguiré intransigente por la vida, porque es mi señal de amor, darme como soy. 

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