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lunes, 29 de junio de 2020

LOS BACHILLERES -Gonzalo Fragui

A Krístel Guirado y al bachiller Martínez.
Mi primer bar fue el botiquín de mi padrino Juan, que estaba al lado de la casa donde yo nací, en Mucutuy.
Un día llegaron a Mucutuy dos señores que aseguraban ser «bachilleres». Todo el pueblo estaba maravillado porque nunca antes habían visto a un bachiller. 
Yo salí de mi casa y me encontré con la algarabía. Uno de mis amiguitos me informó que en el botiquín de mi padrino Juan Rivas estaban bebiendo cerveza los «bachilleres». Yo pregunté qué era eso pero no me supieron explicar. Parece que era una cosa muy importante. Nos acercamos al botiquín y efectivamente allí estaban dos hombres diciéndole a todo el que llegaba que ellos eran «bachilleres». Los campesinos no cabían en su asombro. Todos querían tocarlos. Mi padrino sacó una mesa con mantel. Mi madrina Inés les preparó comida y no faltó gente del pueblo que les llevara gallinas, yuca o chimó. Después de que se emborracharon sin pagar, los «bachilleres» desaparecieron del pueblo. Nadie los volvió a ver.
Al otro día en la escuela, a la hora del recreo, nos reunimos en el patio todos los niños del segundo grado. Hablamos del único tema que se tocaba en el pueblo en ese momento: los «bachilleres». Después de las clases yo llegué a mi casa con una meta. Mi madre tenía preparados unos pasteles dulces y, en medio de aquel manjar, dije en voz alta el sueño de mi vida: «Cuando yo sea grande quiero ser bachiller». Mi madre se sonrió pero no dijo nada.
Muchos años después, cuando supe la nota del último examen de quinto año de bachillerato, cuando por fin fui bachiller, salí del Liceo Libertador a celebrar mi triunfo. Me fui caminando por la Avenida Tulio Febres Cordero esperando el momento en que llegara el arrebato de la alegría por haber alcanzado tan sublime meta. Caminé lentamente y no sentí nada. Respiré profundamente y nada. Pensé que quizá sentiría eso cuando me graduara de algo. Cuando me gradué de periodista me fui caminando por la Avenida Tulio Febres y nada. 
Me dije que quizá cuando hiciera algún postgrado. Cuando terminé la maestría de filosofía me fui caminando por la Avenida Tulio Febres y nada. Pensé entonces que quizá sentiría lo de los «bachilleres» cuando hiciera un doctorado. Empecé mi doctorado y hoy soy candidato a doctor en filosofía y la verdad es que no sé si lo termine. Me falta sólo la tesis pero, igual, no siento nada.
Sin embargo, algunas veces, cuando veo o escucho a algunos estudiantes o profesores, me acuerdo de aquellos «bachilleres» de mi infancia.


Gonzalo Fragui         
Poeta y Editor venezolano. co-fundador del grupo literario Mucuglifo. Magister en Filosofía de la Universidad de los Andes (Mérida).  Ha publicado los poemarios De otras advertencias, El poeta que escribía en menguante, De poetas y otras emergencias, La hora de Job, Viaje a Penélope y Dos minutos y medio, así como el libro de autoayuda El manual del despecho y el libro de crónicas literarias Poeterías. En 1990 obtuvo el premio de poesía de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad de Los Andes, y en 2001 el premio de poesía de la III Bienal Nacional de Literatura Juan Beroes, San Cristóbal (Táchira).

jueves, 25 de junio de 2020

Padre vida - Carlos Angulo

Padre vida -Carlos Angulo

Un día, estaba sembrando yo unos chaguaramos en el solar de Resolana, la casa donde vivía, en el Barrio el Carmen, Barquisimeto. El objetivo, embellecerlo, buscando ostentar esa exquisita arrogancia intelectual de un recién graduado universitario. Marcos, mi padre, que éramos vecinos, se acercó y me preguntó, qué estaba sembrando. Le dije, “Chaguaramos”. Voy a darle un consejo, tendría él más de 70 años, yo unos 35 o más. “Mire, me empezó a explicar, esas matas son muy peligrosas, atraen los relámpagos. Además, uno el pobre siempre tiene que sembrá pa comé, ahí como usted ve, tengo esa matica de tamarindo, ya está dos veces más grande que yo, y ya parece que va a dar semillas”. Yo, como hijo malcriado, incluso estudiado, que siempre uno cree que sabe más que los padres, inmediatamente lo contrarié, y le mal respondí, “usted sabe cómo es la cosa Marcos, que a lo mejor ni usted ni yo estaremos vivos cuando estas plantas estén grandes”. 

Él, vestido sencillamente como siempre, todo de kaki de mucho uso, se retiró sin decir palabra alguna, y a paso lento de la vejez, entró de nuevo a su casita, traspasando la cocina hasta su cuarto, dejando atrás unos patos flacos y algunas gallinas y pollitos, que creían que les iba a dar de comida, maíz picado.
Prontamente, me di cuenta lo bruto que había sido, y eso que yo estaba recién graduado de Licenciado, y además, ese espacio me lo había regalado él, cuando yo no tenía ni siquiera donde caer muerto. Dejé lo que estaba haciendo y me fui a pedirle perdón. Hice intento de entrar a su cuarto, desde la antesala vi que estaba sentado en la cama, la misma vieja cama de siempre vencida por el tiempo como el escaparate, mobiliario que nos acompañaba a donde quiera nos mudáramos, pero vi también cuando se limpiaba las lágrimas. Eso me conmovió demasiado, y no pude seguir a decirle, a lo que había ido. Indiscretamente me fui y salí al traspatio, igual se me acercaron las gallinas, y unos pollos, y unos patos a lo mismo. 
Ese sentimiento me marcó, para siempre. Cada vez que hay lluvia, truenos y relámpagos, me impactan, trasladándome a recordar aquellos momentos y aquellas, sus palabras. 
Muchos años después, hice un viaje con Efrén Montilla, el Negro Rojas, Anusky Montilla, Mariela y Maribel Matute a Canaima, duramos más de un mes dando vuelta por esos extraordinarios y bellos parajes, hasta que regresamos de ese largo viaje al que nos había invitado el Negro Rojas, impregnado de increíbles anécdotas. 
Llegando a la casa, cansado de tanto viaje, me impresiona que no ubico la casa, no la identifico. Pasé varías veces y dije, esta tiene que ser, y efectivamente, esa era. La situación, que tanto la puerta y el frente de la casa, al que le había hecho por encargo un diseño artístico, de manos del recordado amigo poeta Guarecuco, atrayente, resaltante, colorido como nunca precedente alguno en el l barrio existió, había sido borrado y pintado todo de blanco cal la pared y blanco aceite la puerta y el portón, todo. 
Marcos tenía una ventana que daba a la calle, por donde vendía lo que había en la bodega, sardinas, papel higiénico, caramelos y refrescos como monte. Hacia allí me fui, muy molesto, para averiguar lo que pasó. Marcos, le dije, usted sabe quién pintó la casa así. “Yo fui hijo”, muy humildemente me dijo. Rápidamente le contesté, “por qué usted hizo eso, sin pedir permiso, eso no es suyo y es una falta de respeto. Yo no voy a venir aquí a su casa a tomar decisiones, sin primero decirle a Usted”. Con una voz, muy suave y lenta como su caminar, me argumentó su intuición, “yo la pinté porque como usted metió los papeles para que el gobierno le conectara el agua, y ya hace meses que no vienen a ver, pensé, que era porque la casa estaba pintada de mucho verde que es el color del partido Copei, y ahorita están mandando son los adecos, que su partido es el color blanco”. Cómo Usted va a pensar eso Marcos, como va a creer, que por eso es que no han instalado la tubería del agua, eso es ser muy ignorante Marco, que vaina con Usted, y me fui, echando pestes, sapos y culebras por la boca. 
Al siguiente día salí para Caracas, a ver si podía solucionar otros papeles que había introducido en el Ministerio de Educación, por allá me quedé como una semana burocrática buscando resolver, y tal vez pasar el malestar. Regresé a Barquisimeto, sería cerca de las dos o tres de la tarde, recuerdo era marzo, el mes del sol infernal, que deshidrataba y volvía a uno pura sed, parecido al calor de aquella bellísima canción llanera -Ojos de candela en Marzo-. Y mientras más me acercaba a la casa, más se me acrecentaban las ganas de tomarme a tucún tucún, una cola Marbel, en la bodega de Marcos. Al llegar a la ventana de la bodega, ajeno a todo los sucesos, le pedí a Marcos la gaseosa. Y así me recomendó, “hijo no tome esos refrescos que hacen mucho daño, que dan diabetes y rabia”, y se fue hacia la neverita y sacó un recipiente de plástico grande, lleno de jugo, y un vaso, y me dio a beber. Y me precisó adicional, “tómese más bien un juguito de tamarindo que refresca más y es más alimento, ya la matica que sembré aquella vez, me dio tamarindos”, remató. Y a mí me dio en la torre, como dicen. Pues caí en cuenta, y me quedé ausente, incómodo, trastocado. Inmediatamente se me vinieron atropellados todos aquellos recuerdos, con todo y malestar. Me bebí rápidamente el jugo, honestamente estaba calidad y muy frío como lo necesitaba, pero sentía que debía irme de allí, la situación me era muy penosa y tácita. Al recibirme el vaso, me preguntó si quería más, y que cómo estaba el jugo, me preguntó. Bien, le dije, y me fui, pero antes de irme me informó, que había llegado una gente buscándome, “yo les dije que usted no estaba, que vinieran el lunes, yo no les quise abrir la casa, es la gente que va a instalar el agua.

A Marcos mi padre:
“Quien a pesar de no haber hecho nada relevante en este mundo de batalla permanente, muchos mártires también cayeron por dignificar su vida obrera. Quien no huyó, ni traicionó a nadie ni abandonó nunca sus fuerzas a la intemperie, por vivir y dejar vivir. Ni odió, ni gritó ni ofendió ni peleó con nadie. Él era y fue el pan que no teníamos. Un día cualquiera sin llamar la atención tomó, pausadamente, un cuaderno, para hacer una tarea de la Misión Robinson y se quedó allí, acostado en un mueble de mimbre, enfermándose, muy enfermo, casi puro hueso, sin queja alguna, sin emitir dolor ni conmiseración, sin pedir honores ni privilegios, apenas un poco de avena hervida que ya costaba pasar por la garganta. Solamente se fue tornando humildemente solo, pero con él, como dedicado a cuidar su cuerpo que no conoció la risa ni el manjar. El mismo cuerpo que soportó todas las miserias a las que puede ser sometido un obrero que edifica el mundo, para darnos de comer y de mirar; pero también el cuerpo, su única herencia, el de todos los silencios y explotación, que como pudo le dio de comer a él y a todos nosotros. Qué más le puedo recordar sin sufrir. Gracias por haberme hecho su familia, es lo menos que le puedo decir, en estos versos pobres y en esta lucha que lo recuerda”. 

El mundo, igual sigue sin nosotros, cuando torpe, o insistente en una hermosa idea o final, nos bajan de él. Solidario o arbitrario, pobre o rico, con el sudor o ventajas respectivas, cumple con apartarle la luz a los que no han llegado. 
Independientemente del adiós que nos enseña diariamente, sin hacer tanto escándalo ni dolor, nos vamos yendo poco a poco de los oscuros días en “paz”, que han pasado sin ti. *
Hoy, mientras escribo en su memoria este agradecimiento por sus enseñanzas, no dejo olvidar aquella frase que Marcos me dijo, hace tiempo ya, en casa de Ramón Mendoza, San Diego, Carabobo, cuando le insistí que nos quedáramos a dormir ahí, porque así lo habíamos acordado, además porque ya era tarde para irnos, y que por qué teníamos que irnos, hasta que me convenció profunda y certeramente cuando me dio su parecer, y nos fuimos tarde noche y sin explicaciones, a nuestras casas en Barquisimeto, la mía que llevaba por nombre Resolana, y la de él que nunca tuvo nombre. 
Manejaba pensativo y había mucho silencio aquella noche ya, y usted iba atrás en el carro, con mucho gusto y placer fui su chofer por primera vez en su vida y en la mía, y en nuestro único viaje juntos. Recuerdo, iba Usted orinando mucho, a cada rato, por el camino y tuvimos que orillarnos, muchas veces. 
Esta vez ya no podía contrariarle, era muy contundente y bella su razón de partir a casa, desde donde Ramón y Matilde, y esto fue lo que me dijo: “A las patas siempre le hacen mucha falta la tierra que han pisado”, como a mí en este instante en que muy lejano ando de mi país y que perfectamente ahora, lo comprendo mucho más.


Cielo A
Si las estrellas
trabajaran como mi papá
se vestirían de kaki
En la noche cansadas dormirían
Y poco a poco
se pondrían flaquitas
Y poco a poco
se irían quedando solas
Y poco a poco
se les iría acabando
la risa
la luz
y los años **
---
Si al fin deciden
reconstruir este mundo:
No lo pidan a Dios
no busquen un arquitecto
Mas bien
llamen a un obrero
un niño
un soñador
a los pájaros y a las hormigas***
16 junio 2020. Guatemala.
Carlos Angulo
*Del Libro: Me imaginé el mundo sin ti. Estrella Editorial. Guatemala. 2020
** y ***. Del Libro: Los Inversos de la Niñez. Editorial Tinta Papel y Vida. Caracas 1983...

miércoles, 24 de junio de 2020

De Vicentines y otras cuitas . Primera parte. "El que produce" -Eduardo Pardiñas

Pampa brava -foto: Eduardo Pardiñas


"De los campos pampeanos" diria Benito Lynch. "De los campos de nadies" canta Jose Larralde. De esos campos que vemos predominar el país: alambrados que intentan cerca cerca, tierra arrasada y sin producir, tierra de nadie pero privatizada por aquellos desconocidos oficialmente o que por lo menos lo intentan evadir ser conocidos: son sin duda los dueños de la tierra aunque evadan impuestos, aunque no produzcan sus campos, son los herederos de las grandes extensiones de nuestro país. Sin embargo tienen nombre y sera justicia conocerlos públicamente.


En esos campos, de vez en cuando alguna figura humana se recorta, de vez en cuando algún cuerpo flaco circula intentando alambrar , intentando peinar un espacio de tierra con un arado, intentando ya a la hora del agotamiento fumar su pucho armado con sus manos callosas, a la sombra del un árbol. Sin embargo nada es de el ni el campo, ni el alambre, ni el arado. Lo de el, es el haberse levantado muy de madrugada a ordeñar algunas vacas flacas que han quedado y comenzar su lucha diaria para sobrevivir porque esas vacas flacas tampoco son de el. Y sin embargo lo que peino en la tierra crece y produce, algo de su orgullo despinta con eso pero sin embargo eso también le sera arrebatado por los que son dueños de la tierra. 
Ilustración: Francisco Madero Marenco


Claro tiene su precio o su desprecio porque ese intercambio solo le deja a la figura humana del flaco que a veces se fuma un pucho a la sombra del árbol: chirolas, centavos, restos de algo como precio por aquello que logro producir.


La historia se repite en todos aquellos flacos que pocas veces figuran como nombres y solo son peones que como en el ajedrez están en la primera fila poniendo el cuerpo en la batalla. Alguien alguna vez los signo como "Peones de Campo" y a veces así se los trae a la memoria desde algún recuerdo de la memoria colectiva. Quizás la memoria colectiva en algún momento registre que "Los peones de campo" son los que producen, sin ellos, mano de obra barata, el resto de las piezas del juego de ajedrez demostrarían su cobardía y huirían del tablero. Sin el movimiento de los peones las torres quedarían inmovilizadas, también los alfiles, la reina ya no luciría sus prendas de diseñador exclusivo, el rey impotente para enfrentarse posiblemente cayera muerto y los caballos desbocados recorrerían sin limites todo los espacios del tablero. Pero he aquí que el ajedrez también ha demostrado que un peón puede derrotar al rey.
Pampa y cielo -foto: Eduardo Pardiñas



La historia se repite pero desde un contexto mas abrumador, porque esa pequeña cosa producida con tantísimo esfuerzo se desmadra en el manipuleo ilegal , perverso y nefasto que aniquila valores esenciales para un país que quiere vivirse como tal.

Eduardo Pardiñas

Psicólogo Argentino
Máster en Ciencias Sociales



















Ver enlace: De los pagos del tiempo -José Larralde 
DE LOS PAGOS DEL TIEMPO
De los pagos del tiempo me he llegao,
y a los pagos del tiempo he de seguir,
rejuntando majadas,
de vergüenzas cansadas,
pa brindarle el resuello de un sentir
en los campos de naides pastorear
la guachada que sola se ha quedao.

Y en los postes del hambre
viá cortar el alambre
pa que naides se sienta acorralao.

Pueda ser que me aguante hasta llegar,
este flete de sueños que he montao,
y pa arriar despacito,
sin perrada, ni gritos,
mis vergüenzas cansadas.

O en la cruz de un camino
ha de hallarme el destino
masticándome el alma.

De los pagos del tiempo me he llegao,
y a los pagos del tiempo he de seguir,
nunca digan que es nunca
la esperanza se trunca,
cuando el hombre se arruga al sufrir.

Si lastimas la nada de no ser,
y sentir nunca es nada, pa saber
si la duda se agranda, la conciencia se ablanda
y el vivir es distancia.
Pueda ser que me aguante hasta llegar,
este flete de sueños que he montao,
y pa arriar despacito, sin perrada, ni gritos,
mis vergüenzas cansadas.
O en la cruz de un camino
ha de hallarme el destino
masticándome el alma,
masticándome el alma,
masticándome el alma... 

JOSÉ LARRALDE 
https://www.youtube.com/watch?v=opAb74Mvxd8&fbclid=IwAR2Cepc8dRyK5c5eHiQ0ZQcz6CFze-BJ7lt-bdGAv-ABl5DmK2WKrnPXnmU

Mi peón, Segundo Molina (Justo Morales / Victor Abel Giménez)
https://www.youtube.com/watch?v=zUY2t9G8qH0
http://www.catolicidad.com/2009/10/el-gaucho-argentino-mi-peon-segundo.html



sábado, 20 de junio de 2020

Para mi bandera -Zamba (Aída Croce de Bazán-Gustavo Marcos Bazán)

PARA MI BANDERA
Zamba

Que emoción la que me invade
cuando miro a mi bandera
siento que el alma se evade
de las formas prisioneras
y se prende en una nube
hasta llegar a una estrella.

Cuando te veo flameando
celeste y blanca bandera,
se alza acompasado el pecho,
como si estallar quisiera
y los suspiros se agrandan,
y alma se me aligera.    

¿Cómo pueden traicionarte
bizarra y digna bandera,
tus hijos enloquecidos
separados por la IDEA?
¿Cómo pueden ofenderte
de tan distinta manera?

Si juraron defendertem
y dar la vida si fuera
necesario, más ni aún eso,
mercaderes sin conciencia
a tu sombra se cobijan
y de estandarte te llevan.

                        Hijos de una misma madre
como extraños se pelean
por conquistar poderío
y esclavizar las conciencias
deformando el pensamiento
y acrisolando riquezas.

Pienso, y te veo flameando,
y el alma se me rebela,
hija (hijo) tuya/o, yo me inclino,
y depongo hasta la idea
por saberte soberana
Celeste y blanca bandera.

Poesía: AIDA J. CROCE DE BAZÁN

MÚSICA: GUSTAVO MARCOS BAZÁN  (1978)

 https://www.youtube.com/watch?v=Onl3owMbpGU


http://antologialiterariaactual.blogspot.com/2010/06/para-mi-bandera.html

sábado, 13 de junio de 2020

BALLET BRANDSEN, DIR. OSCAR MURILLO - MABEL PIMENTEL, ES UN SUEÑO GRANDE, DE UNA ARGENTINA GRANDE.

Al Maestro Oscar Miguel Murillo lo conocí aproximadamente en 1968. Fue en una caravana que pasaba por la Plazoleta Doyhenard (Ascasubi y Doyhenard), en Lllavallol. ÉL, iba vestido de gaucho (traje de soldado raso de la milicia de la frontera, o apenas de sargento), venía encabezando la comitiva, en el capot de un jeep, como promoción de una actividad que se realizaría en una fecha patria, un 25 de mayo creo, para un acto de la Sociedad de Fomento Barrio Enz.  Luego había un asado y mis Padres conversaban con Oscar. Para el acto del 25 de mayo, su imponente figura, de casi 1.80 mts. aproximadamente, vestido con otra vestimenta típica de gaucho, se desplazaba entre las mesas conversando con los jóvenes, resaltando y reivindicando la figura del gaucho, tan vilipendiada aún en esa época (recordar que estaba una dictadura militar), recuerdo que me hizo algún dibujo de un gaucho y me lo regaló. Se expresaba entre los jóvenes con vivo entusiasmo. Yo –que siempre dibujé- le hice otro, y más tarde un retrato a plumilla en tinta china, sobre una foto de “fogonazo” (Fabre) . Medina ha sido otro de los grandes fotógrafos que captaron la trayectoria de la actividad de la localidad.
Luego me tocó participar en un acto en el “La Sociedad Polonesa”, (ubicada en José Hernández y Magallanes, una Asociación de esa colectividad de las cuales hay muchas por ser Llavallol una ciudad industrial a la cual llegaron a trabajar muchos inmigrantes extranjeros). En ese acto yo cantaba, y –con gran expectativa- me entero que allí, en el mismo escenario actuaría también Oscar Murillo, que presentó una danza y pidió también, con mucho cariño, un aplauso para el Maestro San Martín, que se encontraba entre el público. Nos quedamos admirados de sus auténticas botas de potro y de su arte al bailar.
Era la época del auge de las “Sociedades de Fomento” y mi Padre, Marcos Bazán, integraba la Sociedad de Fomento Alto Verde, en la cual llegó a ser Vice-Presidente, y mi madre Aída Croce de Bazán, Secretaria de la entidad, por elección de sus cargos.  Además, Papá había sido designado para la zona como “Director del Concejo de la Comunidad de Lomas de Zamora” por parte del Municipio, y siempre tenía muy buenas relaciones con el Intendente local. Papá tenía muchos amigos folkloristas (Arnoldo Pintos, Luisa Buchino y sus Llameros, Tito Véliz, Apachaca, Antonio Pantoja, Los Nocheros de Anta, Hermanos Abrodos, entre otros de la época), así es que siempre estuvo vinculado a la Cultura, y organizaba festivales artísticos. Entre ellos los primeros Festivales de Tango y Folklore de Llavallol, que se realizarían primero en el Colegio San Francisco, en Llavallol y luego en el Club Juventud Unida. Esos Festivales llegaron a traer a los artistas más renombrados de la época; Victor Velázquez, Los Peregrinos, Los Indios Tacunau, Waldo Belloso y Zulema Arcayaga, José Larralde, Waldemar y Walter Lagos, Hernán Figueroa Reyes, y también daban cabida a las figuras locales, como “Los Quincha Huala”, “Hector Tobar”, “Las voces del sur”, “Macho Frías”, El Chango Cejas, Da Sambiaggio,  y quienes estaban comenzando –como yo-, que era un muchachito de doce años.

Oscar ya tenía el Ballet “El Montaraz” y estaba ensayando una obra en el Colegio San Francisco. Llegué a integrar los ensayos de la “comparsa” de una obra.  Los ensayos incluían escenas aisladas, -otra de las técnicas de Oscar-, que iban surgiendo de su inspiración, como un guión en desarrollo que el tenía en mente. Solo él entendía la compaginación de ese argumento.

Pero lo mío era el canto y la guitarra, además de comenzar la Enseñanza Media en el Colegio Secundario, que estaba ubicado en la Escuela Nro. 4 “Bieckert”.
Una de las primeras presentaciones con un gran elenco se hizo en el Parque del Colegio San Francisco, donde se realizaba el Festival y luego otra en el Parque de La Empresa Canale –planta Llavallol-, cerca de las vías del ferrocarril.   Allí aparecería una bailarina destacada, Mabel Pimentel, que se ganó el papel como la protagonista de la obra.

El 7 de Diciembre de 1969, un extraordinario y revolucionario Ballet de Llavallol, conducido por Oscar Murillo con la figura de la destacada bailarina Mabel Pimentel, tomaría el Tema “Juana Azurduy” cantado por Mercedes Sosa en la Obra “Mujeres Argentinas”, como motivo principal de un cuadro épico. Fue una de las primeras obras integrales interpretadas por extraordinaria cantante, la negra” Mercedes Sosa, en temas de Ariel Ramirez como Compositor y Félix Luna como autor. Aún no se cómo se produjo casi el estreno simultáneo del tema y del Ballet en mi pequeño pueblito (hoy ciudad de más de 50.000 habitantes). 
Entonces existían aquellos disck jokey que sólo ellos sabían cómo obtener la primicia de un lanzamiento discográfico y parece que Murillo estaba muy por sobre el nivel de los demás Ballet de la época en innovación.  Porque la "banda sonora de cada presentación estaba también integrada por música clásica, en una selección exquisita, que se adaptaba perfectamente al espíritu de la obra. Esto fue otra innovación. La figura de un gaucho a caballo, con un paso característico ideado por Murillo, ha sido otro de sus hallazgos inigualables, la interpretación de una milonga campera, pampeana, -que nunca antes había sido bailada-, una marcha en danza, esto marcaba una originalidad extraordinaria.

Años más tarde, -mientras yo integraba un dúo artístico musical con Susana Pizzi-, a fines de los ´70,  conocería a Daniel Pérez, quien colaboraba en la musicalización de las obras del  Balllet y este muchacho documentaba parte de la historia de aquél Ballet, ya que lo acompañó desde sus inicios. Estos artículos salían en el Periódico Actitudescuyo Director era el Padre Raimundo Ferster, y luego en el periódico local Sucesos, dirigido por Juan Carlos Ramasso.

Luego veríamos a Oscar en diferentes obras, en el Club Atlético Llavallol con su obra “los brujos”, Teatro Cosmopolita y también otros Teatros, actos patrios, Festivales, en diferentes localidades; Adrogué, Burzaco, Monte Grande, a los cuales lo seguíamos como admiradores de un artista tan talentoso, que nos presentaba semblanzas de gaucho, de Martin Fierro.  En el Teatro Nacional Cervantes, ya en plena Capital de Buenos Aires, presentó “La Juana Azurduy”, "Requiem por Martin Miguel de Güemes , “Cuando Varela viene”, “Suite de danzas entrerrianas”, cuadro épico “Las heroínas”  y tantas otras en los años ´70. A todas estas funciones íbamos como espectadores. La Escenografía pertenecía a Eduardo "pity" Corrado, otro excelente profesional del Teatro.

La Empresa de Pan Dulce Marcolla, patrocinaba algunos de las presentaciones y el Ballet seguía ganando prestigio. Pero no todas son alegrías y la envidia, la intriga, la conspiración sembraron odio y se cerró un cerco sobre Oscar, que lo alejó de Llavallol. Oscar Murillo es un hombre que tuvo que enfrentar situaciones amargas, y que fueron siempre superadas por su fuerte personalidad, su entrega y su honestidad. El gran músico y compositor Mariano Mores dio apoyo a la presentación del Ballet en sus espectáculos.
Un nuevo reto fue el Ballet Brandsen, hasta aquella ciudad fui a ver algunos ensayos.  El rigor, disciplina y calidad artística de este prestigioso grupo lo llevó a ser protagonista de la apertura del Festival Nacional de Folklore de Cosquín.  

Danzas argentinas, La Firmeza, de la película "Mire que lindo mi país" -Rubén Cavallotti-Ariel Cortazzo (1981), filmada en Eastmancolor, contó con la actuación de Atahualpa Yupanqui, Ariel Ramirez, Eduardo Falú, Ramona Galarza, Argentino Luna, Los Visconti, Los Cuatro de Córdoba y por supuesto; Ballet Brandsen, y muchos más.
Seguir enlace:

En Luis Guillón, presentó un 25 de Mayo “qué lindo sería”, otra obra de su concepción que fuimos a ver en los años ´87, ya casado, con Marlene, mi Esposa.
En los años ´90, el Ballet sigue su marcha como Escuela de Danza, con muchas presentaciones y asesorando a muchos grupos del interior, de otras provincias, viajando sus Directores Oscar Murillo y Mabel Pimentel a dictar clases magistrales y estableciendo ese contacto con grupos afines.

Recordando: BALLET BRANDSEN en COSQUÍN 1993, Suite Montonera, arisca y orillera

Han actuado en programas de TV como "Argentinisima", "Raíz y Canto", en Cine, en la película y también representando con orgullo a Argentina en  varios países y obtenido gran cantidad de Premios. Entre las disinciones, en 2009, fueron declarados  "Personalidades Destacadas de la Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires"  por la Legislatura porteña:



Debemos destacar que Oscar es acucioso en la investigación histórica, tanto de la vestimenta de época, como en el entorno, escenografía y veracidad de los hechos que desea plasmar en sus obras.

Ballet Brandsen tiene la capacidad de interpretar cómo nadie la simbología de la Historia Argentina llevada a la Danza nacional.

Ya a mediados de los años 2000, serían los protagonistas exclusivos de la exitosa temporada de “Opera Pampa”.  Un representación que solo podía ser protagonizada por este conjunto. Si nos ponemos a pensar, no había y no hay otra agrupación con las credenciales e idoneidad del Ballet Brandsen, para encarar ese desafío, por su trayectoria y conocimiento de la performance de escenas históricas con prestigio y apegados a la mayor fidelidad posible de un “cuadro épico” (un concepto que realza la característica de esta agrupación). Esto ha sido algo de altísima calidad técnica, puesta en escena, sin precedentes y que se mantuvo en cartelera por más de seis años ininterrumpidos de cartel, más de 1.500 funciones, más de 200.000 espectadores, algo sin precedentes para una Compañía Nacional de Danzas en Argentina.


Opera Pampa (Hector Berra -Lito Vitale, Lucho Gonzalez, Juan Carlos Baglietto)  -fragmento- https://www.youtube.com/watch?v=hI5bLtQM9V8



Presentación en portugués realizada en Brasil: https://www.youtube.com/watch?v=yr9qOb0YApg

"Opera Pampa", un Espectáculo único en Buenos Aires. 
Por medio de performances, danzas criollas, 50 bailarines y jinetes en escena, caballos que realizan destrezas ecuestres, carruajes de época, banda sonora original y efectos lumínicos y pirotécnicos, este espectáculo recrea la aventura del gaucho y sus tradiciones desde la llegada del caballo a América hasta el nacimiento de la Nación Argentina. 
- La puesta se desarrolla en el escenario a cielo abierto mas grande de Latinoamérica. 3.300 metros cuadrados.

Con texto de Hector Berra, música de Lito Vitale y Lucho González , la voz del cantante Rodrigo Aragón, coreografía del ballet Ballet Brandsen(Mabel Pimente-Oscar Murillo), actores, cantante, y grandiosidad de un escenario preparado especialmente, Dirección técnica y luminotecnia de Juan Carlos Baglietto. Allí se expresaba la destreza ecuestre, que representaba la vida del criollo en Argentina, la preponderancia del caballo durante la etapa más representativa. Más de 1.500 funciones, más de seis años en cartelera. 

Desde la América Andina, con las pastoras y labradores de la tierra; la época colonial con sus pregones y danzas; el nacimiento de la Patria; los próceres que forjaron el país; las contiendas; el progreso y la inmensa geografía argentina representada por la imponente Pista Central de La Rural. Todo está reflejado en "Opera Pampa", un espectáculo diferente para revivir las tradiciones y conectarse con las emociones y sensaciones del ser argentino, en el año del bicentenario.

Se trató de una experiencia teatral única por su imponente puesta y la dimensión del espacio escénico, que representa la extensa geografía argentina.

https://www.youtube.com/watch?v=g2Qxsf1xb6k&list=PLYs9CWaJko7diZXVvRezdSmyjUfHL7He8&fbclid=IwAR1Ncs6ompXDhgqG_gKFLcd3WuH5GVZxaOBxq1v1k1uFCw4Ngq_MJV7adUU

Niños de Escuela, en una recreación 25 de mayo 2012, sobre la pista sonora y el argumento del espectáculo: https://www.youtube.com/watch?v=W9x_62WL3mQ

La zamba "Agitando pañuelos" (Hnos. Ábalos), por los Directores del Ballet Brandsen, en la Velada de Gala en el Coliseo Podestá de La Plata (Capital de la Provincia de Buenos Aires). Fecha: 9 de Julio del 2011,  cuenta con la voz de Jorge Victor Andrada y Pablo Vignati en percusión (bombo).

La zamba "piedra y camino" (Atahualpa Yupanqui) bailada el 25 de Mayo de 2012 por los Directores Mabel Pimentel y Oscar Murillo https://www.youtube.com/watch?v=8kXe-XR-jak 

Ballet Brandsen en Cosquín 2019
Han seguido creando obras, como ""el francés de la Historia", "El mercachifle", "el gauchito gil", y muchas más.


Volviendo atrás en el tiempo, el himno de inicio  del Festival Nacional de Folklore: “Cosquin comienza a cantar”, con música de Waldo Belloso y Zulema Arcayaga, es un estallido de fuegos artificiales y campanas, el grito inicial característico de Julio Maharbiz “Aquíiiii Cosquín” y la Danza del Ballet Brandsen, son el símbolo de una época de oro de las tradiciones argentinas. Tradiciones que siguen en pie gracias al Ballet Brandsen.

COSQUIN –Himno a Cosquín –Apertura Ballet Brandsen
Apertura Cosquín en los años 1993, 1998 y 2010; interpretadas por el Ballet Brandsen.

Charla con Oscar Murillo para Parque del Conocimiento -Posadas-Misiones, 11 de Junio de 2020